“Mujer con hatillo de frutas”. PORTOLÉS, Gabriel
GABRIEL PORTOLÉS (Jaca, Huesca, 1930).
“Mujer con hatillo de frutas”.
Pintura al temple de huevo sobre tabla.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 61 x 65 cm; 99 x 80 cm (marco).
Gabriel Portolés mostró desde muy pequeño afición por el dibujo. Durante su infancia pasó cinco años en Marruecos, hasta que cuando contaba nueve de edad se traslada definitivamente con su familia a Barcelona. Allí entra a los doce años en la Escuela de Artes y Oficios de La Lonja, donde estudia dibujo, y posteriormente aprenderá colorido con Jordi Alumà. Asistió también a clases de técnicas del retablo, donde encuentra el camino de su expresión artística: la pintura al temple de huevo sobre tabla, que ya no abandona. En 1963 contrae matrimonio, pero enviuda quince años después, suceso traumático que le lleva a centrarse aún más en la pintura; su sensibilidad se agudiza, y su pintura se enriquece ofreciéndole un nuevo camino vital. Incansable viajero, Portolés recorre Europa, el Norte de África, China, Brasil y Estados Unidos, navega por el Amazonas, enriqueciéndose y plasmando sobre sus pinturas sus nuevas experiencias. A lo largo de su carrera este pintor ha expuesto su obra con frecuencia, tanto en nuestro país como en Francia, Alemania y los Estados Unidos, donde su técnica es muy apreciada. El estilo de Portolés se caracteriza por el colorido inconfundible y el sintetismo en sus formas, estas últimas determinadas por las líneas rectas y angulosas. En sus obras, el jacetano plasma desde bodegones de flores hasta idílicas mujeres, rodeadas de flores y elementos naturales, siempre caracterizadas por las geometrización de sus cuerpos.
View it on
Estimate
Time, Location
Auction House
GABRIEL PORTOLÉS (Jaca, Huesca, 1930).
“Mujer con hatillo de frutas”.
Pintura al temple de huevo sobre tabla.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 61 x 65 cm; 99 x 80 cm (marco).
Gabriel Portolés mostró desde muy pequeño afición por el dibujo. Durante su infancia pasó cinco años en Marruecos, hasta que cuando contaba nueve de edad se traslada definitivamente con su familia a Barcelona. Allí entra a los doce años en la Escuela de Artes y Oficios de La Lonja, donde estudia dibujo, y posteriormente aprenderá colorido con Jordi Alumà. Asistió también a clases de técnicas del retablo, donde encuentra el camino de su expresión artística: la pintura al temple de huevo sobre tabla, que ya no abandona. En 1963 contrae matrimonio, pero enviuda quince años después, suceso traumático que le lleva a centrarse aún más en la pintura; su sensibilidad se agudiza, y su pintura se enriquece ofreciéndole un nuevo camino vital. Incansable viajero, Portolés recorre Europa, el Norte de África, China, Brasil y Estados Unidos, navega por el Amazonas, enriqueciéndose y plasmando sobre sus pinturas sus nuevas experiencias. A lo largo de su carrera este pintor ha expuesto su obra con frecuencia, tanto en nuestro país como en Francia, Alemania y los Estados Unidos, donde su técnica es muy apreciada. El estilo de Portolés se caracteriza por el colorido inconfundible y el sintetismo en sus formas, estas últimas determinadas por las líneas rectas y angulosas. En sus obras, el jacetano plasma desde bodegones de flores hasta idílicas mujeres, rodeadas de flores y elementos naturales, siempre caracterizadas por las geometrización de sus cuerpos.